El calendario dice “Día del Padre”, pero para ti este año se siente diferente. No hay mensajes, ni pastel, ni abrazos. Solo recuerdos, fotos que miras con otro peso y una nostalgia que no sabías cómo iba a doler tanto.
Perder a un papá deja un vacío raro: es como que todo sigue, pero tú no. Y aunque todos te digan que “él siempre estará contigo”, a veces solo necesitas que alguien te diga que sí, duele muchísimo y está bien no estar bien.
Esto es lo que nadie te dice sobre pasar este día sin él:
- Vas a querer alejarte de las redes y está bien. No tienes que ver fotos de otros celebrando si eso te hace sentir peor.
- Vas a recordar cosas chiquitas: su risa, sus bromas, su manera de decir tu nombre… y eso te va a romper y a sanar al mismo tiempo.
- Vas a sentir culpa por sonreír, por no llorar tanto, o por no haber dicho más cosas. No te castigues. El duelo se siente diferente cada día.
- Vas a necesitar abrazos suaves y palabras sinceras. Búscalos. Habla de él. Dilo en voz alta: “Hoy me hace falta mi papá”.
Si tú estás viviendo esto…
No estás sola. Miles de personas están sintiendo lo mismo que tú hoy, aunque no lo digan. Y aunque el dolor no desaparece, con el tiempo se vuelve amor en forma de memoria.
Hoy no se trata de celebrar… se trata de recordar. De honrarlo como fue: con sus errores, sus risas, sus momentos únicos contigo. Y si lloras, también está bien. Porque extrañar es otra forma de seguir amando.