Seguramente has escuchado de las palabras “fast fashion”, y si te has preguntado qué es o de qué va. Pues aquí te contamos tres puntos clave para entender más de esta rama de la industria de la moda y cómo llegó para revolucionar en diferentes ámbitos.
Producciones aceleradas
La fast fashion es como una montaña rusa de moda, con marcas lanzando constantemente nuevas colecciones y tendencias. Para entenderlo mejor es como cuando estás viendo Instagram y ves un look genial y al día siguiente, boom, la tienda ya tiene algo igual o muy similar en sus estantes. Es como si la moda se moviera a la velocidad de la luz.
Precio accesible, pero a qué costo
Aunque la ropa de fast fashion es accesible para muchos bolsillos, detrás de esos precios bajos usualmente hay un precio oculto. La producción rápida y barata puede implicar condiciones laborales injustas y un impacto ambiental negativo debido al exceso de producción y desperdicio. Debido al uso de materiales más baratos los cuales tiene un tiempo de vida mucho menor, resultando en ropa que después de cierto tiempo queda en muy mal estado.
Impacto en la moda y en el mundo
La fast fashion ha revolucionado la forma en que consumimos moda, haciéndola más accesible y cambiando rápidamente las tendencias. Sin embargo, también plantea importantes cuestiones éticas sobre el medio ambiente y los derechos laborales. Ya que desafortunadamente en esta rama de la industria de la moda se han visto casos de robo de propiedad intelectual por empresas de calibre internacional que utilizan esos diseños y se enriquecen sin dar la parte justa a los diseñadores. Generando también un constante cuestionamiento hacia el trabajo de diseñadores y qué tan necesaria es su labor cuando con apoyo de máquinas su trabajo cada vez es menos indispensable. Por otra parte, la constante producción de nuevas prendas que se ajustan a tendencias efímeras genera grandes cantidades de desperdicios tanto materiales como químicos.
Aunque claro que es genial tener acceso a ropa de moda a precios accesibles, también es importante ser conscientes del impacto que tiene la fast fashion en el mundo. No es que ya no debas comprar en empresas de este tipo, es solo el ser más consciente del tiempo de vida que le damos a nuestra ropa. Tal vez una blusa o pantalón ya no te gusta como se siente o se ve, pero esa tela la puedes llevar a centros de reciclaje o incluso darles otro uso dentro de casa. Afortunadamente muchas de estas empresas ya están implementando o ya han implementado acciones para reducir y revertir el impacto negativo que han generado. Al final del día equilibrar la moda con la ética es lo más importante.