A veces no nos damos cuenta de que estamos en esta situación, pero es momento de abrir los ojos y pedir ayuda.
Sabemos que es común que en las relaciones existan problemas, pues no somos perfectos y tampoco existe la pareja perfecta que nunca se pelea, pero hay una línea muy delgada entre peleas normales o una relación ya considerada destructiva.
Estas son las señales que te ayudarán a saber si tú estás viviendo una relación destructiva. Si te identificas con 5 o más puntos, por favor, pide ayuda. Puedes hablar con tus papás, el psicólogo del cole, o hasta una fundación.
No tengas miedo y no te quedes callada, las cosas siempre mejoran si tú pides ayuda.
1. Te pide o le pides que renuncie a sus amigos, actividades o incluso al trabajo o familia. Si alguna de las 2 partes constantemente hace comentarios como: ‘No deberías ver más a tus amigas’, ‘Ese trabajo que tienes no te conviene para nada’, ‘Qué horror que tu prima Juanita que hace tal’, '¿por qué sigues yendo a clase de spinning si ni te está ayudando en nada?’, algo anda mal.
2. Uno de los dos tiende a criticar al otro y minimizar sus logros. Si llegas muy emocionada a contarle que ya tienes nuevo trabajo o que en el cole sacaste 10, y no hace más que criticarte o hacerte sentir menos, es alguien que no quiere lo mejor para ti.
3. Sienten que les pertenece la vida de la otra persona. No, no es tuyo, no eres suya, no tienes derecho de controlar su vida, no tiene derecho de controlar la tuya. No le digas todo el tiempo lo que tiene que hacer.
4. Se castigan cuando las cosas no salen como quieres. Si no hace exactamente lo que te dice, lo castigas con tu silencio o indeferencia. O él a ti.
5. Te da recompensas por comportamientos bruscos. Por ejemplo, si de pronto se te cayó algo, y se altera y grita y te ofende, y luego llega con un regalo o sube una foto a redes diciendo lo mucho que te ama, quiere decir que estos cambios bruscos de temperamento lo hacen una persona agresiva, por lo tanto, es probable que tu relación sea destructiva.
6. Es o eres muy celosos y controladores. No debe decirte cómo vestir, con quién salir y qué decir y pensar. Muchas veces este comportamiento puede ser tan sutil que no te das cuenta, por ejemplo: “Ese vestido negro te queda bien, pero el rojo definitivamente se te ve espectacular, ¿por qué no mejor te pones ese?”
7. Puede haber violenvia verbal, física y psicológica. Si un día te golpea o tú a él, no, no es normal, no está bien y no, no ‘estamos jugando’. Sabemos que es sumamente difícil, pero sabes en el fondo de tu corazón si estás viviendo una relación destructiva o si estás en una relación sana.
Quítate tu propia venda de los ojos y pide ayuda. ¡No tengas miedo!
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Fuente: Seventeen
