Traté de entrenar a mi mascota, pero sólo me hizo pensar en ¡trágame tierra!
Entrenaba a mi mascota para pasearla sin correa, y pensé que ya estaba lista. Entonces, salí a la calle y vi a unos novios besándose en un coche… Mi mascota saltó hacía la ventanilla y comenzó a ladrarles asustándolos. Luego, se echó correr sin que yo pudiera alcanzarla.
Unos chavos intentaron ayudarme pero no lo lograron, y fue a dar a un puesto de pizzas donde el vendedor me ofreció una rebanada para que lo pudiera atrapar.
¡Me hizo pasar un momento vergonsozo pero divertido!
Pao, Colombia.