1. Aplica sobre piel humectada
- Usa una crema o aceite neutro (o con la misma fragancia si existe) antes de perfumar. La piel hidratada “retiene” mejor el aroma.
2. Pulsa puntos clave (no frotes)
- Plántate en muñecas, detrás de las orejas, detrás de las rodillas y base del cuello. Spritz y no frotes: frotar rompe las moléculas y el perfume se evapora más rápido.
3. Vaporiza justo después de la ducha
- La humedad de la piel ayuda a que el aroma fije mejor. Aplica cuando la piel aún está un poco tibia.
4. Layering (capas) de fragancia
- Usa gel de baño, body lotion o oil con la misma familia olfativa y corona con el perfume. Esto hace que el aroma tenga “base” para durar más.
5. Elige concentraciones más fuertes
- Eau de Parfum (EDP) tiene más concentración que un Eau de Toilette (EDT). Si quieres duración, busca EDP o versiones parfum.
6. Pulveriza en el pelo (con cuidado)
- El cabello retiene fragancias increíblemente bien. Rocía a distancia o usa un spray capilar perfumado. Evita alcohol directo en pelo muy seco.
7. Guarda correctamente
- Luz, calor y cambios de temperatura degradan fragancias. Guarda tu perfume en un cajón oscuro o armario, lejos del calor y la ventana.
8. Usa puntos “textiles” con prudencia
- Pulveriza ligeramente en tu bufanda o el interior de una chaqueta (prueba primero: algunas fragancias pueden manchar telas claras).
9. Lleva un travel spray o perfume sólido
- Reaplica cuando lo necesites. Los solid perfumes son perfectos para retoques discretos y duran bastante.
10. No te excedas (menos es más)
- 2–4 sprays suelen ser suficientes. Mucho perfume puede ser abrumador y también se evapora más rápido.
Si tienes una fragancia favorita, cuida su familia olfativa: usar productos complementarios (jabones, cremas) de la misma línea hace un match perfecto y la hace durar aún más.