A todas nos pasa: sales perfecta de tu casa, pero a media tarde tu maquillaje ya se ve seco, parchoso o apagado. No necesitas volver a maquillarte desde cero; solo necesitas algunos ajustes rápidos y estratégicos para que tu piel vuelva a verse fresca.
1. Rehidrata la piel sin arruinar lo que ya traes
Antes de aplicar más producto, rocía un mist hidratante. Esto suaviza la base que ya tienes, elimina la textura reseca y devuelve frescura al acabado.
Opciones:
- SHEGLAM Coconut Water Setting Spray (hidratación ligera con agua de coco)
- e.l.f. Stay All Day Blue Light Mist
La Roche-Posay Toleriane Mist
Este tipo de sprays reactivan lo que tienes debajo sin mover la base, y dejan un glow muy natural.
2. Retira exceso de brillo antes de retocar
Usa papelitos absorbentes para quitar grasa sin mover la base. Evita aplicar polvo directo sobre piel grasosa porque se ve más pesada y parchosa.
3. Reacomoda tu base con una esponja húmeda
Humedece ligeramente tu esponja y pásala a toques sobre las zonas donde el maquillaje se separó. Esto reacomoda el producto sin añadir más capas y revive el acabado original.
4. Añade solo un toque de corrector estratégico
No es necesario aplicar base otra vez. Con una microgotita de corrector en ojeras, aletas de la nariz o granitos, logras que todo se vea más uniforme sin sobrecargar la piel.
5. Sella con un polvo muy fino
Usa polvos traslúcidos o ultra finos para evitar que el maquillaje se vea pesado. Opciones recomendadas:
- Maybelline Fit Me Loose Powder
- Huda Beauty Easy Bake Mini
Estos polvos fijan sin textura y ayudan a que el acabado se vea recién hecho.
Con pequeños pasos puedes transformar un maquillaje cansado en uno fresco sin repetir toda tu rutina. Solo necesitas hidratar, reorganizar y sellar de forma ligera para devolverle vida y luminosidad a tu piel.
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