A continuación, lo peor que puedes llevar a cabo cuando terminas con un novio. Te damos tips para evitarlo.
El amor es mágico, significa sentir mariposas en el estómago, dar casi la vida por el otro, entregarte completamente. El problema aparece cuando se acaba el noviazgo, y sólo imaginarte sin él o que ya está con otra, te hace temblar. Después, la triste realidad y sus consecuencias: mucho llanto, pérdida de apetito, insomnio, pesadillas, te da flojera ir a la escuela, convivir con tu familia. Lo más grave es que este estado de ansiedad te hace cometer locuras como estas:
1.Planear un gran encuentro
Piensas en chocar con él accidentalmente para decirle: "¡Perdón!, ¿cómo has estado?” y rematar el encuentro con una frase como: “Estoy muy triste y quisiera regresar contigo; pídeme lo que quieras y lo haré, snif, snif”.
2. Con un clavo quieres sacar otro
Sales de una relación feliz para caer en brazos de un chico inadecuado, buscando la solución de “un clavo saca a otro clavo”, que aparte de no ser ideal, es cruel; sobre todo si sabes que le gustas al niño y que la relación va a durar menos que un helado.
3. Martirizarte
Es clásico, y se da bastante en chicas despechadas. Escuchan un gran repertorio de canciones tristes y de abandonados. ¡Basta! Escucha música feliz que levante tu ánimo.
4. Guardar sus cositas y ¡dormir con ellas!
No es necesario que te deshagas de todo lo que te regaló. Todos esos objetos son memorias de lo que fue. Debes ser selectiva para únicamente conservar algunas, pero no verlas, olerlas, leerlas y escucharlas cada hora.
5."Sólo llamé, snif, para decirte que, snif, te amo”
Mala combinación: súplica y lágrimas. No hay chava más patética que alguien así. Pero lo peor sería que agregaras chantajes como: "¡Soy capaz de hacer cualquier cosa, te lo juro!”.
6. Espejito, espejito... ¿quién es la más feíta?
Decides no arreglarte más. Cero perfumes, adornos, vestidos, blusas. Todo aquello que hacía de ti una niña hermosa, ¡ya para qué!
7. No te culpes
No podrás curarte hasta que entiendas que la bronca no era tuya, sino de tu relación. Los problemas que se presentaron los llevaron al truene. Sólo debes responsabilizarte, no culparte de la parte que te corresponde.
8. Y muchas cosas más como...
Te pegas al teléfono esperando su llamada, que generalmente nunca llega.Te enfrascas en pasatiempos nocivos: irte de pinta, fiestas cada fin, etcétera.
¡Mucho ojo! Sácalo de tu mente: Lo primero es evitar obsesionarte. Cuando su imagen llegue a tu cerebro, repite mentalmente la palabra ¡basta!, no dejes que te distraiga ni siquiera 30 segundos.
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