El líder de U2 brindó con champaña y recibió un pastel; también convivió con seguidores a las afueras de su hotel
El 10 de mayo fue un día muy especial para muchos fans de U2, y no porque fue el cumpleaños número 51 de su vocalista, Bono, sino porque éste tuvo el detalle de saludar a muchos de sus seguidores que se apostaron afuera del hotel donde se hospeda y de brindar con otros más que lo esperaron a la salida del famoso restaurante donde comió para celebrar el acontecimiento, fecha que aquí coincide con el Día de la Madre.
Así es, un gran grupo de fans acudió a las afueras del exclusivo hotel St. Regis de la ciudad de México en busca de lograr ver a su ídolo y la espera tuvo éxito, pues al filo de las 2:20 de la tarde Bono y The Edge salieron del hotel a bordo de una camioneta negra, pero al ver a sus fans decidieron bajarse y saludarlos. ¡La alegría de aquéllos no se hizo esperar! Eso sí, Bono les dijo que no darían autógrafos, pero les prometió que hoy sí lo harían y después de estar unos diez minutos con ellos, se dirigieron a Polanco, donde un menú de cocina mexicana moderna los esperaba.
“Muchas gracias por estar aquí, muchas gracias por todo esto. Quiero decirles que ahora iré a comer y tomar unos tragos con mi esposa, para festejar mi cumpleaños. Sé que quieren un autógrafo, pero prometo que mañana (hoy) y pasado (mañana) se los daré, por ahora permítanme salir a disfrutar de un rato y ya luego nos veremos. En verdad, agradezco que estén aquí”, expresó el líder de U2 a sus fans y salió rumbo a Polanco.
Una vez en el restaurante, el cantante de una de las bandas más famosas del mundo y su comitiva degustaron una gran variedad de platillos a base de productos nacionales, entre los que hubo jumiles tostados, cuitlacoche, chilacayote y muchos vegetales, acompañados de vino nacional y mezcal.
Lo bueno para los fans que supieron que Bono y The Edge estaban ahí vino al terminar, pues el líder de U2, acompañado del chef del lugar, Enrique Olvera, salió con dos copas en la mano y una botella de champaña para brindar con ellos por su cumpleaños. Los seguidores le cantaron las mañanitas y una niña le regaló un pastel de tres leches con fresa, que él agradeció.
Enseguida repartió champaña y fotos con los fans para, después de unos diez minutos, dirigirse al estadio Azteca para un souncheck.
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