Vanessa Alanís-Fuentes Oliver, la cantante mexicana que desde el 2017 llegó con una propuesta fresca y divertida “Canta y No Llores”. La cual busca unir a México con Argentina a través de un Bote de Vela imaginario que, con una tripulación llena de historias, modismos, sonidos y aventuras, tiene como meta el descubrir la inmensidad de Latinoamérica, su riqueza, las distancias, y hermandades que nos unen a través de los sonidos.
Vanessa Alanís nos habla de sus proyectos musicales “Canta y No Llores” y “Niña Molotov”.
“Esto surgió siempre acompañado de mi maternidad. Yo dejé la academia de historia que era mi profesión, para estar más con mis bebés, para poder disfrutarlos y poder criarlos yo. Entonces en esta búsqueda de espacios para conectar con las familias en mi misma situación encontré Kinder musik, y así empecé a dar clases de música para bebés. Pero los bebés crecen muy rápido y muy pronto mis bebés ya estaban necesitando otro tipo de dinámicas. Después conocí a Maria Elena Walsh y a Elsa Bornemann que me llevaron a revivir a Cri Cri para mi pero ahora como mamá y educadora. Entonces empecé a versionar, de ahí salió el primer espectáculo de “Canta y No Llores”. Esto se convirtió en un espectáculo que ya he presentado muchas veces en México.”
Canta y no Llores está pensado para familias jóvenes con niños y niñas digamos entre los 3 y 10 años. Lo disfrutan también muchísimo los abuelos por todo el contenido de los cuentos y de las narraciones y la parte histórica que acompaña el enlazado entre canción y narración.
Con el tiempo las hijas de Vanessa crecieron y este fue el momento perfecto para que ella se reconectara con su adolescente interior.
“Ahora que tengo hijas adolescentes me reencontré con mi yo mexicana adolescentes de los años 90 que escuchaba Caifanes, que se iba de pinta, que los primeros amores, las primeras trasnochadas, así aparece “Niña Molotov”. Sentí que podía ponerle música a poemas que escribí en mi adolescencia, poemas muy breves, muy etéreos sobre la cotidianidad.
Así que ahora con “Canto y No Llores” es un proyecto en el que ya he trabajado más, estoy por sacar el cuarto disco y con “Niña Molotov” es un proyecto más chiquito, más íntimo es mucho más difícil también a veces para mí venderlo. Mis composiciones son como un pedacito de mi alma y “Canta y No Llores” en cambio tiene un soporte educativo cultural muy fuerte que me empodera.”
Vanessa nos hace preguntarnos por qué nos limitamos a disfrutar de la música como lo hacíamos cuando éramos niños llenos de curiosidad y asombro.
“Tengo la posibilidad de hacer el espectáculo para infancias pero también siempre pensando en el adulto y en la necesidad que tenemos los adultos de repensar y abrazar a nuestro niño interior. ¿Por qué no me puedo sentar en el piso a mirar las burbujas, a escuchar una canción hermosa que habla de la luna?”
Por este amor a la música y la búsqueda de difuminar la línea entre la música exclusiva para infantes o adultos, Vanessa se mantiene trabajando por crecer estos proyectos musicales.
“Ahora vuelvo a Buenos Aires donde todavía es verano y voy a participar que se llama Buenos Aires Playa. Después tal vez vaya para España, tengo ahí un par de cositas. Le estoy poniendo mis fichas para volver a México en Día de Muertos, tengo un especial muy bonito que se llama “Cuéntale al Viento con Canciones”. Hablamos de la Catrina, el xoloescuincle, de las criaturas y los objetos que acompañan esta celebración.”
