¿Sabes cuáles son los mandamientos de la amistad eterna? ¡Conócelos!
Parece sencillo ser las mejores amigas: comparten el reven, la diversión y sus actos están llenos de complicidad. Pero, la verdad, es que para solidificar una relación de amistad es necesario mucho más que llevarse bien. Toma nota y prepárate para ganar la medalla al mérito por la amiga más heroica y leal de todos los tiempos. ¿Lista?
Ley de corazones rotos
Tu cuatacha llora como una Magdalena porque su novio le puso el cuerno o porque alguien ni la pela. Sé su paño de lágrimas, su hombro para que se desahogue. Ella debe saber que cuenta contigo. Escúchala llorar a moco tendido sin intentar aconsejarla o resolverle el problema como si hubiera roto un espejo u olvidado su cuaderno de mate en el salón.
Sería lo peor que podrías hacer.
Ley de reciclaje
Entre amigas sucede seguido.
Tu BF deja a su novio (o viceversa). Pasa un tiempo y aquél se te declara, a ti siempre te gustó. ¿Qué hacer? Un auténtico dilema. Muchas chicas pensarán: "¡Eso jamás!, ¡primero muerta que traicionar a mi amiga!”. Antes que nada, no es una traición, lo sería si le bajaras el novio cuando el chico aún sale con ella. Puedes andar con su ex sólo si se cumplen tres de las normas siguientes.
1. Si el truene no es tan reciente, digamos... un mes, de lo contrario podrías acarrearte un problema gordo.
2. Nunca tuvieron una relación tan intensa, pues obvio que ella no se iba a casar con el chavo a tan temprana edad.
3. Tu girlmate ya anda con otro, y él es Brad Pitt comparado con su ex.
4. Ella lo terminó y ya no tiene ningún sentimiento por su persona.
Cree en ella; confía y quiérela.
“Una amiga de verdad está a tu lado cuando a causa de una infidelidad comienzas a decir que todos los hombres son unos puercos”
Ley de escucha silenciosa
Una amiga no piensa: “Ay, ésta ya va a empezar con lo mismo”, cuando la otra platica por vigésima vez que está enamorada del chico más hermoso de la Tierra, que lo ama, que daría su vida por él. No te enojes, respira hondo, cuenta hasta 10 y ¡asómbrate por vigésima vez! Esa es la tarea de una amiga: escuchar la misma canción cuantas veces sea necesario y callar; verás que pronto le caerá el veinte. Además, cuando te llegue tu hora cursilona del enamoramiento intenso, a ella no le quedará más remedio que oírte. Y lo hará no por pago, sino por agradecimiento.
En caso extremo
Si ella está haciendo algo inapropiado, el ridículo o cometiendo un delito, es básico que la tomes fuertemente de los brazos (casi sacudiéndola), la mires con enojo a los ojos, le digas palabras fuertes... argumentos que la hagan reaccionar.
Eso de verdad es amistad a prueba de todo, lo juro.
Ley de ‘cierre’
Entre cómplices es natural que haya sugerencias, consultas, tips (solicitados o no). Tu cuatacha del alma te pide un consejo y se lo das con todos los pros y contras del mundo, y ella te dice que tienes razón. Pero cuando llega la hora de actuar, hace lo contrario y se equivoca. Acto seguido, corre a tus brazos con llanto inconsolable. Aquí viene la regla: nunca, ni por satisfacer tu ego, le restriegues un "¡te lo dije!”, se sentirá peor y tal vez se dé un distanciamiento entre ambas. Así que, calladita cuando ella tome una decisión con la que no estás de acuerdo. Es tu amiga, no tu paciente emocional, ¿comprendes?
Ley de la confianza íntima
El código estipula que no hay problema alguno que una y otra se cuenten algún detalle íntimo que nadie, absolutamente nadie, conoce; secreto que deberá permanecer nada más entre ustedes.
Ella se asombrará cuando le confieses que eres muy velluda de las piernas. Luego reirá contigo y le dará por contarte ese tipo de cosas. Ella estará agradecida por tu confianza y te abrirá su corazón siempre.
Una incondicional
Es la única personita a quien puedes llamar muchas veces por teléfono, aunque sea sólo para saludarla, sin que piense que estás loca.
Su amistad le da fuerza y elementos para hacer tus sueños realidad.
Te comprende si tus papás te regañaron o no hiciste la tarea.
“Las grandes amistades son para siempre”
Ley de comparación
Eres muy sociable, con más suerte para atraer galanes, sacas puros dieces, tus papás se llevan bien. Tienes muchas situaciones a tu favor, pero por ningún motivo las utilices para mostrar jerarquías entre amigas. Puede darles coraje, pena, ganas de asesinarte o un ataque de celos... malísimos entre amigas. Todos, gracias a Dios, somos diferentes, nacimos en cartón o seda y tenemos capacidades distintas. Simplemente, siéntanse bien con los detalles que las unen y entiendan sus diferencias.
Ley de camaleón
Una confidente debe tener la suficiente entereza, fortaleza y capacidad para cambiar de forma y actitud cuando la otra lo necesite. Tienes que ser una clase de paramédico cada vez que ella azote en Educación Física. Su diseñadora de modas cuando no sepa qué ponerse para la primera cita. Su cómplice si de fiestas se trata. Su consejera romántica y casi su psicóloga cada que requiera terapia emocional y ayuda en sus broncas.
¡Mala amiga!
El manifiesto de la mala amiga sería: “Cada vez que ella se apunta un triunfo, algo en mí se muere”.
Ley de derechos de autor
Las copias nunca han sido buenas. Entre amigas es aceptable que ella o tú se parezcan en ciertas cosas; después de todo, en el tiempo que están juntas es normal el uso y abuso de costumbres. Pero no se vayan a los extremos, pues hay chicas que resultan clones: se compran la misma ropa, traen el look idéntico y se comportan igualito.
Esto es enfermizo. Con esta actitud se pierde individualidad; dejas de ser tú y te conviertes en ella, y viceversa. Así es como surgen burlas de los otros e inseguridad. Inconscientemente, ambas tienen miedo de tomar una decisión sin consultar a la otra. No pierdas tu sello personal.
Enemiga disfrazada de cordero
Formas de averiguar si tu supuesta amiga es una rival en potencia:
1.Te preocupa que tu chico te engañe, y ella se te aparece con una lista de los peores casos y niñas más guapas que tú.
2.Vas a una fiesta con un lindo vestido entallado, y ella teme que se te vaya a romper.
3. Cada vez que te la encuentras te dice que te ves enferma o cansada.
4. Ella lee el horóscopo de ambas, pero a ti sólo te dice lo malo por venir.