Antes de comenzar a hacer tu mani, limpia tus uñas. Esto lo puedes hacer con un cepillo de dientes, ya que te ayudará a remover imperfecciones y suciedad.¡Aléjate del calor lo más que puedas! Si te las acabas de pintar, te recomendamos no cocinar, bañarte o cualquier cosa que pueda calentarlas, ya que el esmalte llega a derretirse.Ok, seguramente con el tiempo, tu mani empezará a agrietarse, pero para evitarlo, te recomendamos ponerte en cada uña, una gota de aceite de jojoba.Ya que no tienes excesos de pintura, aplica esmalte transparente para proteger el de color y que te dure muchísimo tiempo.También te recomendamos usar un encapsulador para que duren más tiempo.Al momento que quieras retirar el esmalte, te recomendamos dejar respirar un poco tus uñas, por lo menos una semana al mes.Después, no olvides suavizar tus cutículas con aceite de bebé. Después de hacer este paso, enjuágalas.Al momento de aplicar el esmalte, es súper normal pasarnos un poquito de la raya, así que te recomendamos usar un palito de algodón y remojarlo con tantita acetona. Después de esto, pásalo por el contorno de tus uñas.Para que tu esmalte quede espectacular, aplica sólo capas muy delgadas de barniz. Esto hará que no aparezcan los molestos grumos y se sequen más rápidos.Después de hacer tu mani y quieres que sequen más rápido, prepara un pequeño recipiente con hielos. Mete tus manos por dos minutos, ¡y voilà, uñas perfectas!
¡Colores por aquí, diseños por acá!
Típico, te acabas de pintar las uñas, están casi listas, pero tocas algo y las arruinas. Esa sensación es horrible y más tener que repetir literal toodo el proceso. Y bueno, para que esto no te pase, te dejamos estos increíbles tips que te salvarán el día si quieres un mani perfecto.
