Si abrir tu clóset se siente como entrar a una batalla campal… es momento de una limpia. Hacer espacio no solo libera lugar físico, también despeja tu mente y te ayuda a redescubrir tu estilo.
Aquí te contamos cómo hacer una limpia de clóset efectiva (y sin estrés).
Paso 1: Saca TODO
Sí, todo. Ropa, zapatos, accesorios, hasta los ganchos. Solo así podrás ver lo que realmente tienes y evitar guardar cosas por costumbre.
Pro tip: pon música que te motive o hazlo con una amiga, así se vuelve más divertido.
Paso 2: Clasifica por categorías
Haz cuatro montones:
- Me encanta y sí uso
- Está bien, pero casi no lo uso
- No me gusta o no me queda
- Ropa para donar o vender
Sé honesta contigo: si no lo has usado en más de un año o no te emociona, probablemente ya no es para ti.
Paso 3: Prueba tus favoritos
A veces creemos que algo nos gusta… hasta que nos lo volvemos a probar. Haz una mini pasarela en tu habitación y quédate solo con lo que te haga sentir cómoda y segura.
Paso 4: Reordena con intención
Agrupa por tipo de prenda y colores. Usa cajas o separadores para los accesorios, enrolla las camisetas y aprovecha cada rincón. Cuanto más visible tengas todo, más fácil será vestirte cada día.
Paso 5: Dona, vende o recicla
Darle una segunda vida a la ropa es lo mejor que puedes hacer. Dona lo que esté en buen estado o vende las prendas que ya no usas en apps o bazares.
¿Tienes piezas dañadas? Puedes reciclar la tela o convertirlas en tops o shorts.
Paso 6: Mantén el orden
Haz una mini revisión cada dos o tres meses para no volver a acumular. Así tu clóset siempre estará fresco, funcional y con prendas que realmente amas.
Una buena limpia de clóset no solo renueva tu espacio, también renueva tu energía. Despedirte de lo que ya no usas te deja espacio para nuevas etapas, nuevos looks y nuevas versiones de ti.
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